El pasado lunes, un terremoto sacudió el sudeste de Turquía y el norte de Siria, dejando un saldo de 28,191 muertos y más de 80,000 heridos hasta el domingo por la mañana. Aunque las autoridades turcas han detenido a 130 personas supuestamente involucradas en la construcción de edificios que se derrumbaron y aplastaron a sus ocupantes, la preocupación se centra en la falta de preparación para estos desastres naturales en una región propensa a los terremotos.
En República Dominicana, también debemos estar preocupados por la falta de normas de construcción adecuadas. Si un terremoto de tamaño similar afecta el país, ¿quién sabe cuántas personas morirán debido a edificios poco seguros? En papel, República Dominicana tiene códigos de construcción que cumplen con los estándares actuales de ingeniería sismorresistente, pero demasiado pocas veces se cumplen, lo que explica por qué miles de edificios se han derrumbado sobre sus habitantes.
Es importante tomar medidas para mejorar la seguridad de los edificios y preparar a la población ante posibles terremotos. La desesperación y la ira que surgen después de un desastre natural son aún más intensas cuando se sabe que se podría haber evitado. Debemos aprender de los errores del pasado y actuar para garantizar un futuro más seguro para todos.