Al menos 18 personas murieron en Myanmar el domingo mientras continuaba la protesta. Es el día más mortífero desde el Golpe de Estado que destituyó al presidente Aung San Suu Kyi y comenzó la protesta.
La oficina de derechos humanos de la ONU confirmó las muertes. Los líderes mundiales han calificado el golpe como una acción ilegal, pero han hecho poco al respecto, ya que miles de birmanos han protestado por la toma de poder y están arriesgando sus vidas al hacerlo.
La policía salió temprano y abrió fuego en diferentes partes de la ciudad más grande de Yangon después de que las granadas paralizantes, los gases lacrimógenos y los disparos al aire no lograran disolver a la multitud. Los soldados también reforzaron a la policía.
Reuters informa que Nyi Nyi Aung Htet, un ingeniero de Internet, también murió en la protesta. Informó que publicó en sus cuentas de redes sociales su preocupación por las crecientes represiones.