China ha negado a la Organización Mundial de la Salud el acceso a cuevas de murciélagos y áreas de cría de vida silvestre en una región a seis horas al oeste de Wuhan, ya que se supo que los mercados húmedos cercanos tenían prohibido vender animales vivos pocos días antes de que Beijing reconociera que se había detectado un nuevo virus, según un informe.
Según el Washington Post, los científicos de la OMS han intentado sin éxito acceder a las cuevas de la región. Los científicos creen que esos animales podrían haber sido potencialmente un huésped intermedio para que el virus se propague de los murciélagos a los humanos y argumentan que investigar las granjas es un paso clave para determinar los orígenes de la pandemia, según el informe.
También se sabe que las cuevas en Enshi tienen tráfico de personas, y algunas granjas de vida silvestre que desde entonces han sido cerradas están ubicadas aproximadamente a una milla de la entrada a las cuevas.
Un portavoz de la embajada china en Washington no pudo confirmar si los murciélagos o los animales salvajes criados en granjas en Enshi alguna vez fueron examinados para detectar el virus.