El Reino Unido controló Hong Kong hasta 1997, cuando terminó su contrato de arrendamiento de 99 años, un día en el que los residentes de Hong Kong temían y muchos en todo el mundo también.
China arrendó la isla a los británicos en 1898 después de que China perdiera varias guerras contra los británicos.
Después del traspaso de 1997, China había prometido permitir que Hong Kong siguiera siendo democrático, sin embargo, con las recientes medidas enérgicas contra los manifestantes, el Reino Unido ahora ofrece una nueva VISA a los residentes de Hong Kong que permitirá una ruta fácil hacia la ciudadanía, una medida que ha enfureció a China.
El Reino Unido quiere ofrecer a los ciudadanos de Hong Kong un Pasaporte Nacional Británico de Ultramar (BNO), sin embargo, China y el gobierno de Hong Kong dijeron que dejarían de reconocer esos pasaportes a partir del 31 de enero. El gobierno chino dice que los británicos quieren convertir a los ciudadanos de Hong Kong en ciudadanos de segunda clase, frustrando el propósito original del pasaporte BNO.
La medida de China para bloquear el uso de pasaportes BNO es casi simbólica, ya que los de Hong Kong podrían usar su pasaporte de Hong Kong para salir del país.