Eslovaquia, uno de los pocos países que ordenó la vacuna rusa Sputnik contra COVID, no tenía las mismas características que la que se revisó favorablemente en la revista médica Lancet, una revista médica respetada en Gran Bretaña.
El regulador de medicamentos de Eslovaquia cuestiona seriamente el control de calidad en el desarrollo de la vacuna. También dijeron que las dosis recibidas no tenían las mismas características que la vacuna revisada por el Lancet Medical Journal.
The Lancet Medical Journal descubrió que la vacuna Sputnik-V tiene una efectividad del 91.6% contra COVID-19, y Rusia ha estado utilizando la revisión como una forma de impulsar las ventas de su vacuna, que se ha retrasado.
Sin embargo, con las acusaciones de Eslovaquia, solo daña aún más la reputación de la calidad de Sputnik.
Desde entonces, Rusia ha exigido que Eslovaquia devuelva 200.000 dosis de la vacuna y acusó a Eslovaquia de sabotaje.