Las pruebas de ADN realizadas en restos humanos encontrados en el sitio del bombardeo de Nashville han confirmado que son del presunto atacante Anthony Quinn.
Quinn, que regaló su casa a un amigo, fue visto por última vez el día del atentado con un perro. Las autoridades sospechan que estaba paranoico con la tecnología 5G y que AT&T era el objetivo del ataque.
Aún hoy, 2 días después del ataque, el servicio de telefonía celular e Internet en Nashville no ha regresado al 100%.