Santo Domingo, República Dominicana – El 11 de septiembre de 2001, un día que quedará grabado en la memoria de todos nosotros, marcó un cambio profundo en la historia de Estados Unidos y el mundo. Este año, conmemoramos el 22º aniversario de los ataques terroristas que tuvieron lugar en la ciudad de Nueva York, un acontecimiento que dejó una huella imborrable en nuestras vidas.
Recuerdo ese día como si fuera ayer, estando en Nueva York en ese momento crucial de la historia. El sol brillaba en un cielo despejado cuando, a las 8:46 de la mañana, el primer avión impactó contra la Torre Norte del World Trade Center. Estaba a solo unas cuadras del lugar, y el estruendo ensordecedor resonó en toda la ciudad. Las calles se llenaron de gente que miraba atónita hacia el cielo mientras una columna de humo negro se alzaba desde la icónica torre.
A medida que pasaron los minutos, la confusión y la angustia se apoderaron de la ciudad. Las noticias se difundieron rápidamente, y el pánico se extendió por las calles de Manhattan. En ese momento, no podíamos entender la magnitud de lo que estaba sucediendo. Pero pronto, la realidad se hizo evidente cuando, a las 9:03 de la mañana, un segundo avión golpeó la Torre Sur del World Trade Center. Era un ataque coordinado y devastador.
Las imágenes de ese día son difíciles de olvidar: el humo, las llamas, las personas corriendo para salvar sus vidas y los valientes bomberos, policías y socorristas trabajando incansablemente para ayudar a los afectados. La nación entera estaba en shock.
El ataque del 11 de septiembre de 2001 se cobró la vida de casi 3,000 personas y dejó cicatrices indelebles en los corazones de los estadounidenses y personas de todo el mundo. La tragedia también desencadenó una serie de eventos históricos, incluida la Guerra contra el Terrorismo y un cambio en la forma en que el mundo abordaba la seguridad y la geopolítica.
A lo largo de los años, hemos honrado la memoria de las víctimas de los ataques terroristas y hemos demostrado nuestra resiliencia como sociedad. Nueva York, una ciudad conocida por su espíritu indomable, se recuperó y se levantó con una determinación inquebrantable.
En este 22º aniversario, recordamos a las personas que perdieron la vida y a sus seres queridos, así como a los héroes que respondieron valientemente en medio de la tragedia. También recordamos cómo el mundo cambió ese día y cómo nos unimos como comunidad global para enfrentar los desafíos que surgieron.
El 11 de septiembre de 2001, fue un día que cambió nuestras vidas para siempre. A medida que honramos a las víctimas y reflexionamos sobre lo que hemos aprendido en estas dos décadas, también recordamos la importancia de la unidad, la compasión y la esperanza en tiempos de adversidad.