En una medida sin precedentes, el Tribunal Supremo de Rusia efectivamente prohibió el activismo LGBTQ+ el jueves, marcando el paso más drástico contra los defensores de los derechos de personas gay, lesbianas y transgénero en el país cada vez más conservador.
La decisión, como respuesta a una demanda presentada por el Ministerio de Justicia, etiquetó al lo que la demanda llamó el "movimiento" LGBTQ+ que opera en Rusia como una organización extremista y la prohibió.
Esta sentencia es el último paso en una represión de una década contra los derechos LGBTQ+ en Rusia bajo la presidencia de Vladimir Putin, quien ha hecho énfasis en "valores familiares tradicionales" durante sus 24 años en el poder.
La audiencia a puerta cerrada del jueves duró cuatro horas. Nadie más que los representantes del Ministerio de Justicia tuvo permitido ingresar, y no hubo un acusado presente. Los periodistas solo fueron llevados a la sala de audiencias para la lectura del veredicto por el Juez Oleg Nefedov, quien llevaba una mascarilla facial, aparentemente por razones de salud.
El caso fue clasificado, y el ministerio no reveló ninguna evidencia, indicando solo que las autoridades habían identificado "signos y manifestaciones de naturaleza extremista" en el movimiento que buscan prohibir, incluyendo "incitación a la discordia social y religiosa".