El Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha decidido reducir el programa de trabajadores migrantes del país, en respuesta a una creciente crítica interna y a tensiones con Estados Unidos. El gobierno canadiense ha enfrentado presiones por parte de EE.UU. para disminuir el flujo de trabajadores migrantes que cruzan la frontera, como parte de un esfuerzo por abordar preocupaciones sobre la inmigración ilegal.
En las últimas semanas, legisladores estadounidenses han expresado su preocupación por la frontera norte, pidiendo medidas más estrictas para prevenir la migración ilegal desde Canadá. Glenn Cowan, CEO de la empresa de seguridad One9, destacó que la reducción de la emisión de visas bajo este programa podría fortalecer las relaciones entre Estados Unidos y Canadá.
La decisión de Trudeau marca un cambio significativo en su enfoque hacia la inmigración, ya que anteriormente había destacado la apertura de Canadá hacia los migrantes. Sin embargo, con las elecciones acercándose y las encuestas mostrando una disminución en el apoyo, el Primer Ministro reconoció la necesidad de reevaluar las políticas migratorias del país. "Estamos revisando los diferentes flujos migratorios para asegurarnos de que Canadá siga siendo un lugar que apoya la inmigración, pero de manera responsable en la integración de los recién llegados y la creación de vías para su éxito", afirmó Trudeau.
El líder del Partido Conservador, Pierre Poilievre, ha sido un crítico vocal de las políticas migratorias de Trudeau, abogando por un crecimiento poblacional más controlado. Bajo las nuevas regulaciones, las empresas canadienses enfrentarán una reducción del 10%-20% en el número de trabajadores de bajos salarios que pueden contratar, lo que señala reformas migratorias más amplias en el horizonte.
El sector empresarial ha expresado preocupación de que la reducción del programa de trabajadores migrantes pueda limitar el acceso a mano de obra asequible, lo que podría dificultar la recuperación económica tras la pandemia. Por otro lado, los críticos del programa argumentan que la afluencia de migrantes ha contribuido al aumento del desempleo juvenil, el incremento en los costos de la vivienda y la presión sobre el sistema de salud.
Mientras tanto, en Estados Unidos, el Presidente Biden y la Vicepresidenta Harris también enfrentan presiones para frenar la inmigración en medio de cifras récord de cruces fronterizos en los últimos años. La inmigración sigue siendo una de las principales prioridades para los votantes estadounidenses, influyendo en la postura de la administración de cara a las próximas elecciones.
La oficina del Primer Ministro no ha respondido aún a las solicitudes de comentarios.
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