República Dominicana, octubre de 2023— La preeclampsia, una complicación del embarazo caracterizada por un aumento peligroso de la presión arterial, sigue siendo un enigma para la ciencia médica. Cada año, esta afección pone en riesgo la vida de más de 70,000 mujeres en todo el mundo, y a pesar de los esfuerzos de los científicos, las causas precisas aún no están claras, lo que dificulta el desarrollo de estrategias específicas para su tratamiento.
El único tratamiento disponible actualmente es el parto, pero incluso después de dar a luz, muchas mujeres pueden experimentar una presión arterial peligrosamente alta durante varios días o incluso semanas. Además, persisten en riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y renales décadas después de haber sufrido preeclampsia, según advierte la Dra. Vesna D. Garovic, nefróloga de la Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, quien ha dedicado su carrera a investigar esta común complicación durante el embarazo.
La Dra. Garovic ha llevado a cabo una serie de experimentos de laboratorio y estudios epidemiológicos para desentrañar los misterios detrás de la preeclampsia. Sus investigaciones han revelado un sorprendente vínculo entre esta afección y el envejecimiento acelerado en las mujeres, lo que las predispone a desarrollar condiciones relacionadas con la edad, como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal.
La investigación de la Dra. Garovic ha identificado un posible mecanismo subyacente a la preeclampsia, lo que podría abrir la puerta al desarrollo de terapias específicas. También subraya la importancia de aumentar los exámenes de detección y el tratamiento para las mujeres con antecedentes de preeclampsia.
Hasta ahora, la mayoría de las investigaciones se centraban en la idea de que la preeclampsia se originaba en la placenta, el órgano que se forma en cada embarazo para proteger y alimentar al feto en desarrollo. Los científicos creen que en la preeclampsia, la placenta secreta moléculas en el sistema circulatorio de la madre que desencadenan inflamación y dificultan la formación de nuevos vasos sanguíneos, un proceso conocido como angiogénesis. Se sospecha que estas moléculas dañinas pueden dar lugar a enfermedades sistémicas en la madre embarazada.
La Dra. Garovic ha estado trabajando incansablemente para identificar las moléculas responsables detrás de este proceso. Durante décadas, los investigadores observaron que las placentas extraídas de embarazos complicados por preeclampsia mostraban signos de envejecimiento acelerado en comparación con las placentas de embarazos normales. La Dra. Garovic planteó la hipótesis de que la senescencia, un estado celular que implica detener la división celular pero sin morir, y que a menudo se acumula en los tejidos y secreta moléculas dañinas, podría estar relacionada con la preeclampsia.
Utilizando muestras y datos del Proyecto de Epidemiología de Rochester, la Dra. Garovic encontró signos de envejecimiento y senescencia en mujeres con preeclampsia durante y después del embarazo. Junto a los ginecólogos obstetras de la Mayo Clinic, las Dras. Wendy White y Yvonne Butler Tobah, descubrió que las mujeres que habían padecido preeclampsia tenían un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas a una edad temprana en comparación con aquellas sin antecedentes de preeclampsia.
Además, trabajando con expertos en senescencia celular de Mayo Clinic, el Dr. James Kirkland y la Dra. Tamara Tchkonia, la Dra. Garovic demostró que las mujeres con preeclampsia envejecían de manera acelerada durante el embarazo, según lo revelado por el reloj epigenético. Estos relojes epigenéticos permiten calcular el envejecimiento biológico mediante la medición de marcas de metilo en el genoma que cambian con el tiempo.
Los resultados indicaron que las mujeres con preeclampsia envejecían en promedio 2.4 años más rápido que aquellas sin complicaciones en el embarazo. Esto sugiere un vínculo entre la senescencia y la preeclampsia que podría ser clave para futuros tratamientos.
La Dra. Garovic alberga la esperanza de que, en el futuro, se desarrollen medicamentos seguros para combatir las células senescentes durante el embarazo, brindando así más opciones a las mujeres en riesgo. A pesar de la falta de tratamientos específicos en la actualidad, su investigación y otros estudios están guiando nuevas pautas de detección y tratamiento para mujeres en riesgo, con el objetivo de mejorar los resultados y salvar vidas.
La Dra. Garovic, junto con un grupo de expertos en salud, ha llamado la atención sobre la importancia de controlar la presión arterial, el colesterol y la función renal en mujeres con antecedentes de preeclampsia, además de realizar un seguimiento del índice de masa corporal y el peso, con el fin de controlar los cambios en el estilo de vida y la salud a largo plazo. Sus esfuerzos están encaminados a brindar un mejor cuidado y protección a las mujeres que han enfrentado esta complicación durante el embarazo.