En un desarrollo que ha generado condenas en toda América, el principal asesor de política exterior de Brasil expresó su profunda preocupación por la decisión de Venezuela de emitir una orden de arresto contra el líder opositor Edmundo González. El funcionario brasileño, Celso Amorim, calificó esta acción como una "escalada autoritaria" en Venezuela y advirtió que tales medidas solo aislarán más al país del diálogo internacional.
La orden de arresto, emitida por la Fiscalía General de Venezuela, acusa a González, quien fue el candidato presidencial de la oposición, de conspiración y otros delitos graves. Esto ocurre en medio de una disputa sobre los resultados de las elecciones del 28 de julio, donde los partidarios de González afirman que él ganó la mayoría de los votos, en contraste con la declaración del gobierno que proclama la victoria del presidente Nicolás Maduro.
Amorim, en una entrevista, enfatizó que si las autoridades venezolanas siguen adelante con el arresto de González, se considerará como un encarcelamiento político, algo que Brasil rechaza firmemente. Subrayó la importancia del diálogo, pero señaló que las acciones del gobierno venezolano han sido cada vez más represivas, dejando poco espacio para discusiones constructivas.
Los gobiernos de Brasil y Colombia emitieron un comunicado conjunto expresando su profunda preocupación por la orden de arresto, uniéndose a un creciente coro de voces internacionales, incluidos Estados Unidos, Argentina y Perú, que también condenaron la medida.
En Washington, el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, criticó la orden de arresto, describiéndola como parte de la estrategia de Maduro para aferrarse al poder por la fuerza, a pesar de las acusaciones generalizadas de fraude electoral. Kirby insinuó posibles consecuencias para el gobierno venezolano, señalando que Estados Unidos está considerando una serie de opciones en respuesta.
Mientras tanto, González permanece en la clandestinidad, según su abogado, José Vicente Haro. Hablando con periodistas afuera de la residencia de González en Caracas, Haro explicó que su cliente está tomando precauciones para proteger su libertad y seguridad, así como para defender la voluntad del pueblo venezolano.
Las autoridades venezolanas, incluido el presidente Maduro, han acusado a la oposición de incitar a la violencia y de actuar en nombre de potencias extranjeras. Varios líderes opositores han sido detenidos y se han iniciado investigaciones contra otros, incluida la destacada dirigente María Corina Machado.
A medida que se profundiza la crisis política, la comunidad internacional continúa exigiendo transparencia, solicitando la publicación completa de los resultados electorales para esclarecer el verdadero desenlace de las elecciones del 28 de julio. Sin embargo, el gobierno venezolano ha resistido estas demandas, insistiendo en que la victoria de Maduro fue legítima.
La situación en Venezuela sigue siendo volátil, con un potencial de mayores repercusiones internacionales mientras los países de la región y del mundo observan de cerca el desarrollo de los acontecimientos.