Las autoridades de los Estados Unidos han incautado un avión privado perteneciente al presidente venezolano Nicolás Maduro, ubicado en la República Dominicana. La aeronave, un Dassault Falcon 900EX valorado en 13 millones de dólares, fue trasladada a territorio estadounidense y actualmente se encuentra bajo custodia en Fort Lauderdale, Florida. Esta acción se produjo tras una investigación conjunta entre Homeland Security Investigations (HSI) y el Departamento de Comercio de EE.UU., que reveló que el avión fue adquirido a través de una empresa fantasma en violación de las sanciones y controles de exportación estadounidenses.
Este avión es considerado el equivalente del "Air Force One" de Maduro y se utiliza comúnmente para visitas oficiales alrededor del mundo. Las autoridades estadounidenses vincularon la incautación a una violación específica de la Orden Ejecutiva 13884, firmada en 2019, la cual restringe a los ciudadanos estadounidenses de realizar negocios con el régimen de Maduro.
El Fiscal General de los Estados Unidos, Merrick Garland, subrayó la importancia de esta incautación, declarando que el Departamento de Justicia continuará persiguiendo a aquellos que violen las sanciones y los controles de exportación. El objetivo es evitar que los recursos estadounidenses sean utilizados para socavar la seguridad nacional. Matthew Axelrod, Secretario Adjunto para el Cumplimiento de las Exportaciones, añadió que este evento envía un claro mensaje de que las aeronaves adquiridas ilegalmente en beneficio de funcionarios venezolanos sancionados no serán toleradas.
Se espera que esta incautación agudice aún más las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela. Desde 2019, las leyes estadounidenses han prohibido las transacciones con entidades asociadas al gobierno venezolano. La investigación reveló que los afiliados de Maduro utilizaron una empresa fantasma con sede en el Caribe para disfrazar su participación en la compra ilegal de la aeronave. Posteriormente, el avión fue sacado de contrabando desde EE.UU. hacia Venezuela, donde ha sido utilizado principalmente para fines militares y para transportar a Maduro y sus representantes.
El Departamento de Comercio, junto con varias agencias estadounidenses, continúa investigando este caso.